Aspectos positivos de las redes sociales
Aunque redes sociales y salud mental son dos conceptos intrínsecamente relacionados, no soy enemigo de las redes sociales, más bien al contrario: las redes sociales han traído multitud de beneficios a la forma en que nos relacionamos con el mundo. A continuación, resumo los 3 que me parecen más significativos, pero hay unos cuantos más:
- Las redes sociales proporcionan acceso a experiencias de otras personas que pueden ayudarnos en multitud de tareas educativas, formativas, de salud, de cocina, del hogar, de viajes…
- Facilitan apoyo emocional y permiten la construcción de una extensa comunidad que fortalece nuestro respaldo social.
- Son un canal extraordinario para exteriorizar nuestra personalidad, sentimientos, pensamientos… y para crear, mantener y fortalecer relaciones personales.
Sin embargo, hay otros factores que en los que redes sociales y salud mental van muy de la mano y que deberíamos tener muy en cuenta.En mayo de 2017 la Royal Society for Public Health y el Young Health Movement publicaron un estudio muy revelador llamado “Status of Mind” sobre el impacto de las redes sociales en la salud mental de los jóvenes y las conclusiones fueron demoledoras, calificando a Instagram como la peor red social para la salud mental de los jóvenes por provocar ansiedad, depresión y falta de sueño, y en el que youtube ocupa el primer lugar en cuanto a la red social que más beneficios aporta a sus usuarios.
Aspectos negativos: ¿qué ocurre en Instagram?
Instagram permite a sus usuarios mostrar un estilo de vida distinto al suyo maquillando la realidad para parecer otra persona. Al explorar en las distintas publicaciones siempre van a poder encontrar personas con una vida aparentemente mejor que la suya, una casa más grande y lujosa, un coche más chulo, un novio más guapo, un cuerpo estupendo, unos lugares que nunca podrá visitar… y esto tiene consecuencias evidentes en la salud mental de sus usuarios en quienes provoca una continua frustración porque aspiran a algo tan irreal como inalcanzable: da igual el esfuerzo que realicen para llegar a ese lugar, jamás llegará a él y cada vez que entra en esta plataforma es consciente de ello potenciando su sentimiento de infelicidad con la realidad de su vida.
Las consecuencias negativas de las redes sociales sobre la salud mental no solo afectan a los consumidores, sino también a los propios influencers cuya imagen se convierte en un producto sometido al escrutinio constante de los usuarios de quienes buscan la aprobación continua y, en este proceso, reciben también un impacto negativo en su salud psicológica.Según este estudio realizado con una muestra de casi 1.500 personas de entre 14-24 años
- En UK la tasa de Ansiedad y Depresión se ha incrementado un 70% en 25 años.
- 1 de cada 2 personas confirman que potencia sentimientos de ansiedad.
- 9 de cada 10 chicas dicen que les hace sentir peor con su propio cuerpo.
¿Y en Facebook?
Facebook, propietaria de Instagram, ha realizado desde 2019 estudios internos sobre el impacto que tienen sus plataformas en la salud de los jóvenes y sus conclusiones publicadas en septiembre de 2021 por el Wall Street Journal corroboran las del estudio anterior de la Royal Society for Public Health, confirmando que la aplicación produce “comparación social negativa” y que “alrededor del 32% de las mujeres que la usan se siente peor con sus cuerpos”. Más del 40% de las jóvenes que se veían poco atractivas empezaron a sentirse así en Instagram.
En uno de los documentos, uno de los investigadores explica que “Se sienten adictas y saben que lo que ven es malo para su salud mental, pero son incapaces de parar”. Lo peor de este caso es que Facebook niega en público el impacto negativo sobre la salud de los jóvenes y no ha implementado ninguna solución ante este acuciante problema social.
Nuestro papel como padres
Los padres de hoy nos enfrentamos al reto más desconcertante de nuestra historia. En nuestra infancia y adolescencia la forma de interactuar era puramente física, sin embargo, ahora nuestros hijos disponen de plataformas digitales de interacción social a las que nosotros hemos accedido en nuestra madurez, por lo que desconocemos la forma de gestionarlas correctamente.
Afortunadamente estos estudios arrojan algo de luz a la hora de valorar el impacto real que van a tener estas plataformas en la salud mental de nuestros hijos y poder ayudarles así a manejarlas mejor, antes de que las plataformas les manejen a ellos.
